Latam será Fintech

Rodrigo García R.
8 min readNov 16, 2021

Se habla ya que Sudamérica es la nueva frontera Fintech global de la mano de startups, inversión, bancarización y nuevos modelos de negocios.

Captura de Google Maps

Serie Fintech Latam: Sudamérica es la nueva frontera para la industria Fintech global — después del mercado gigante en Asia y la madurez y sofisticación de Fintech en Europa — debido a una explosión de startups enfocados en dar acceso a servicios financieros a los grupos no atendidos por la banca tradicional (incumbentes). Estos últimos se han visto obligados a acelerar sus estrategias de transformación digital para ser capaces de competir con los desafiantes. Al mismo tiempo, este impulso transformador e innovador ha logrado romper la inercia de las regulaciones locales (pro estabilidad y pro incumbentes) y atraer a los grandes grupos inversionistas globales (venture capital) a poner capital en todo la región, acelerando aun más las transformaciones. Esta serie llamada “Fintech Latam” es un lente para analizar y entender el impacto Fintech en una región diversa pero unitaria como es Sudamérica, los hubs, los modelos de negocios y los productos y servicios de mayor impacto y potencial.

Spoiler: Todo lo que viene, aunque no lo parezca, tiene que ver directamente con el diseño de experiencias, productos y servicios. Como en los videos de publicidad de Youtube, “si esperas hasta el final, te contaremos el secreto”.

¿Startups vs industria financiera?

Partamos por describir de forma muy simple la complejidad de startups y empresas tradicionales.

La startups buscan crear nuevo valor para la sociedad, las personas, el mercado y en los negocios, corren más riesgos (controlados) para aprender rápido (y fallar) y así descubrir oportunidades que explotar. Ser organizaciones nativas tecnológicas y digitales son características comunes de todas las startups sin importar la industria. Pero sobre todo y desde la operación, una startup a diferencia de una empresa tradicional, no define la solución al inicio si no que define un problema y luego se embarca en un proceso de Constuir-Medir-Aprender hasta que descubre una forma de solucionarlo que encaja muy bien con grupo específico de personas (product market fit) y desde ahí acelerar el crecimiento (escalar).

En una empresa tradicional en cambio, tenemos RFPs, cotizaciones de productos, servicios, soluciones e integraciones que responden, desde la operación, a definiciones de desafíos y objetivos estratégicos o tácticos de la compañía, de su conocimiento del mercado y de sus clientes y de su posicionamiento respecto a la competencia. Siempre hay mucho en juego y es natural que las empresas traten de minimizar el riesgo con alta planificación y control.

¿Puede una empresa tradicional transformarse o ser como una startup? Los programas de transformación digital en los que están prácticamente todas las industrias y empresas indican que éstas ven el desafío, entienden el riesgo que enfrentan y se movilizan pero aun así sabemos que el 70% de las iniciativas de transformación fallan. Parece un número alto y puede ser mejor, pero el 30% que sí lo logra sean probablemente las que van a ser competitivas y líderes en sus industrias por los siguientes 10 años.

Respuesta corta: Es super difícil que un empresa tradicional se convierta en una empresa de tecnología, pero se puede. Una startup en cambio nace tecnológica y digital y se adapta al momento que vive mientras encuentra su market fit, luego vive otra serie de transformaciones y riesgos mientras escala. El 94% de ellas muere el primer año. Pero incluso cuando crecen al tamaño de un Alphabet, mantiene en su ADN la cultura startup de los inicios.

Respuesta larga (pero igual de corta): La agilidad (la de verdad y también la agilidad fake) es una adaptación, un mindset, para que la industria tradicional adquiera habilidades propias de la nueva economía (foco en las personas, tecnología, cultura y datos) pero se ha vuelto algo cada vez más complejo en sí mismo, probablemente debido a que es más fuerte la inercia corporativa que la fuerza transformadora de la agilidad y todo termina siendo algo un poco mejor de lo que había antes, pero no suficiente como para transformar la organización de verdad.

Y la industria financiera ¿Puede hacer esa transformación? Creo que sí pero no de la forma lineal que las instituciones tradicionales creen y esperan si no en 2 grandes etapas que no son intercambiables.

  1. Transformación: Incorporar todas las capacidades que una transformación digital puede lograr en mejorar procesos, cultura, productos y servicios. Hablamos de agilidad, diseño de productos y servicios centrados en las personas, data driven y automatización pero sobre todo, una empresa tradicional debe ser primero una empresa de tecnología como condición vital básica.
  2. Incubación: Facilitar el nacimiento y crecimiento de nuevas organizaciones o spin-offs para abordar los actuales y los nuevos desafíos. Aquí hablamos de adquisiciones, incubadoras, venture capital corporativo o intraemprendimiento. Se trata de llevar al mundo corporativo el ADN de una startup y ser capaz de orquestar este modelo orgánico de creación de valor.

Ambas etapas son igual de difíciles, pero a esta altura el deber de hacer ese viaje de transformación es ineludible-

¿Habemus transformación digital?

Jugando a simplificar, cuando Mark Andreessen publica su mítico “Por qué el software se está comiendo el mundo”, señaló una condición básica: en la nueva economía, en ésta revolución industrial, tu empresa ya es de software, o va a dejar de existir por no serlo.

El concepto de “transformación digital” es una trampa en sí mismo: digital es todo, es el nuevo medio, es la “materia oscura” que nadie ve pero la usamos y vemos sus efectos en el mundo material y también en el inmaterial (hola metaverso!), “lo digital” entonces es algo que cae en la categoría de los problemas complejos, en los que no hay manuales ni recetas, solo experiencias. Así que ahí está la respuesta (la mía al menos) de porqué las iniciativas de transformación digital en su mayoría fallan: No se trata de un objetivo, una cima que conquistar, un checklist de certificaciones y metodologías que aplicar si no un viaje en el que las organizaciones tradicionales van quemando los puentes detrás de ellas para obligarse a avanzar y vencer la inercia de la burbuja de lo conocido.

La industria financiera

Cada industria es un universo de profundas complejidades interconectadas que no pueden ser abarcadas por una sola persona y la industria financiera no es una excepción. Puedes ser un inversionista experto y exitoso como Warren Buffet pero el bueno de Warren no es un experto en medios de pago electrónicos, tampoco es un experto en las tecnologías que los habilitan, en el diseño de productos y servicios digitales y quizá tampoco en detectar o crear modelos de negocios que crean valor donde antes no lo había.

La historia de la banca y los servicios financieros es demasiado larga como abordarla acá, pero sí puedo decir que creo con un 110% de certeza que la industria financiera nunca va a desaparecer porque es lo que conecta el valor creado y por crear, a través del tiempo, en todo el mundo y en todas las iniciativas humanas, comerciales o no bajo estándares de valor comunes.

El dinero puede evolucionar de papelitos de colores a bits (criptomonedas) pero seguirán cumpliendo con sus 3 funciones básicas: medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor. El dinero puede pasar de un control centralizado (bancos centrales) a un modelo descentralizado y sin una autoridad arbitradora (DeFi) pero seguiremos comprando, recibiendo pagos e invirtiendo, solo que con otras reglas. Por eso creo que para la industria financiera tradicional este no es el fin pero sí el mayor cambio de modelo (forma y fondo) que haya experimentado.

Latam será Fintech?

O no será ;-). En siguientes artículos de la serie voy a indagar en los grandes números de no bancarizados en la región (44%), los efectos de la penetración actual (81%) de smartphones, las startups que lideran la ola Fintech en la región (Nubank*, Ualá, MercadoPago, Rappi, Addi), los modelos de negocios de mayor impacto (Paytech, Crédito, DeFi, Insurtech, Neobancos**, Open Banking, etc.) y, por supuesto, la capa de productos digitales a través de los que las personas acceden e interactúan con los servicios financieros, entre otros temas pero siempre con foco en Sudamérica y Fintech.

* En el capítulo 03 de esta serie analizamos a Nubank y cómo llegó a ser el neobanco más grande del mundo en menos de 10 años.

** En el capítulo 02 de esta serie analizamos el momento de los neobancos, impacto y potencial.

Y el diseño y los diseñadores?

En la Comunidad del Anillo, todos tenían un rol que jugar pero ninguno individualmente era capaz de completar la misión.

Y como vimos, una empresa tradicional es distinta a una startup tech y, por lo tanto, el rol del diseño es distinto en ambos casos. En las compañías tradicionales los diseñadores somos uno más de esa comunidad. No podemos crear ni diseñar productos y servicios digitales solos, pero tenemos un rol relevante en eso, la tecnología juega otro papel, el negocio tiene el suyo, la sociedad, el mercado, los gobiernos y sus regulaciones juegan otro. Cualquiera sea el caso y como dije más arriba, cada industria es una complejidad y para ser expertos en una industria tenemos que ser “business centric first” (lo se, “user centric” es nuestro motto pero nanai, poner a a las personas al centro no significa partir primero por las personas) por una simple jerarquía de necesidades estratégicas: Diseñamos productos y servicios a partir de objetivos y necesidades de una industria particular, como la industria financiera, así que entender el negocio financiero en profundidad es fundamental para articular y poner el foco desde ahí en el problema que queremos resolver, el impacto y la creación de valor que vamos a generar para la sociedad, el mercado, las personas y en sus propósitos.

En una startup, especialmente en la primera etapa, es ineludible que todos los (pocos) miembros del equipo sean “business model first” porque al inicio no hay nada que explotar y hacer crecer, solo una visión de una gran oportunidad y recursos muy limitados. De ahí el mantra del foco en las startups: “Do one thing, do it well”.

Para llevar

  • La industria financiera no va a desaparecer. Es el pegamento que conecta el valor creado y por crear entre todas las industrias, a través del tiempo, en todo el mundo y en todas las iniciativas humanas, comerciales o no bajo un estándar común.
  • Sudamérica es la nueva frontera Fintech. Después de Asia, la velocidad de crecimiento, la explosión de startups financieras dando acceso a especialmente a los grupos no atendidos a servicios financieros de todo tipo, las regulaciones Fintech que se aceleran, la tremenda inversión de venture capital son las señales más potentes.
  • El dinero tiene 3 funciones económicas básicas: medio de pago, unidad de cuenta y depósito de valor. Da igual si es un papelito de color o una crypto digital. No olvidar.
  • Business centric first: Entender la industria, la empresa y el negocio en profundidad es condición para que luego podamos crear productos y servicios centrados en las personas. Desde el diseño veremos cada vez más especialización por industria para luego aplicar principios de UCD.
  • Business model first: Cuando tenemos en frente una oportunidad, un reto o un problema pero no tenemos claridad de la solución el foco debe estar en descubrir el segmento de mercado y la propuesta de valor que hace fit directamente en el mercado (MVP).
  • Foco. Hay muchas cosas que podríamos hacer pero solo una de ellas es la que importa en cada etapa porque arrastra a todas las demás. Definir el problema con claridad, construir el MVP, aprender, iterar, hablar con los early adopters, escalar. Hacer una cosa a la vez y hacerla bien.

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Capítulo 01 de la serie “Fintech Latam”.
Mi nombre es Rodrigo García. Soy diseñador UX por especialización, startup founder por convicción y especialista en Fintech y servicios financieros en Sudamérica por más de 10 años por felices casualidades.

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Rodrigo García R.

FinTech & Web3 strategies and products. Startups founder and mentor. Customer Experience. Today I’m part of Globant X, Globant`s VC and incubator.